Las fotos son una parte integral de cualquier boda. Los recién casados suelen estar encantados de recibir las fotos del fotógrafo para poder revivir su día especial. Pero hay muchas actividades especiales que se pueden realizar en una boda y que tienen que ver con las fotos.

Una idea divertida que muchas novias emplean es hacer fotos de todos los asistentes a la boda, casi como se hace en el baile de graduación del instituto o en la fiesta de Navidad de la empresa. Puedes proporcionar un telón de fondo y las parejas pueden posar para un fotógrafo pagado o para quienquiera que coja la cámara. Estas fotos pueden tomarse con una cámara Polaroid para una diversión instantánea o con una cámara desechable. Si quieres fotos de mayor calidad, opta por una cámara digital.

Esta puede ser una excelente manera de mantener a los invitados ocupados y contentos hasta que comience la recepción «oficial» con la llegada de los novios.

Como extensión de esa idea, puedes hacer fotos instantáneas y crear páginas de álbumes de recortes o de recuerdos con las fotos. Puede haber material a mano para que los invitados puedan crear las páginas in situ, o bien se pueden hacer las páginas previamente y colocar las fotos en los espacios preparados. Si los invitados no quieren crear páginas in situ, o la novia no quiere que se realice esta actividad en particular, las fotos pueden guardarse para más adelante. Como regalo para los novios, alguien puede crear libros de recuerdos con estas fotos.

Si se utilizan cámaras Polaroid, otra opción es hacer que las personas que aparecen en la foto firmen la foto Polaroid y colocarla en una cesta en algún lugar. Los novios disfrutarán viendo las fotos más tarde.

Aunque no es una idea especialmente singular, a muchas novias les gusta poner cámaras desechables en cada mesa de la recepción para que los invitados puedan capturar fotos cándidas de la recepción y de los comensales. Estas fotos pueden añadirse al álbum de boda de los recién casados o pueden colocarse en un álbum aparte que muestre la boda desde la perspectiva de los invitados.

Otra actividad divertida que seguro que resulta entretenida es crear una zona de «adivinación de fotos silenciosa». Así es como funciona: antes de la boda, alguien cercano a los novios recopila fotos de los novios en distintas etapas de su vida. Las fotos deben mostrar a los novios haciendo cosas, no en Navidad o con su primera tarta de cumpleaños. En otras palabras, las fotos deben incluir algo de acción, pero no debe ser obvio en la imagen lo que ha ocurrido o dónde está la persona.

Al igual que en una subasta silenciosa, la gente vendrá a ver las fotos y luego adivinará en silencio lo que muestran las fotos. Pueden escribir su respuesta en un papel y depositarla en una cesta numerada que se corresponde con el número de la foto. La lectura de estas adivinanzas durante la recepción es entretenida y seguro que resulta divertida. La novia o el novio pueden dar las respuestas reales. Esta es una actividad especialmente divertida en una boda familiar relativamente pequeña en la que los participantes conocen muy bien a los novios.

Si quieres ofrecer una zona para que los invitados se hagan fotos, pero no te entusiasma la idea de la «noche de graduación», ¿qué te parece instalar un rincón fotográfico en algún lugar del salón de recepciones o de las instalaciones? En este lugar, el fotógrafo de bodas tomará fotos de los invitados a la boda. Pueden ser parejas, pero también familias enteras, amigos pasando un buen rato o el novio siendo llevado a hombros por el padrino. Sean cuales sean las fotos, proporcionan una zona de diversión, de «dejarse llevar» por los invitados a la boda y una sorpresa para los novios. Dado que probablemente estarán ocupados con todos los detalles de la recepción y pasando el mejor momento de sus vidas, es posible que aprecien saber que sus invitados también se divirtieron bastante, como se evidencia en las fotos.